miércoles, 12 de septiembre de 2007

Lo que quedo de mi...


Me diste el incentivo, de un amor fugaz, tomaste mi vida y los sueños que en mi cabeza nacieron tus ojos los guardaron, todos. Eras como un baúl donde deje cada uno de mis tesoros.

Te regale mis días, el mejor de los ánimos, el tiempo, las ganas y tal vez, solo tal vez, un poco más. Imagine unos pequeños niños que jugarían entre nosotros cuando avanzara el tiempo y te dirían mama, yo, yo era el hombre mas feliz de todos.

Escuchaba canciones de cuna que algún día le cantaría al oído a esos hermosos bebes y a ti, pues nunca dejaste de ser una niña. Tardes enteras imagine la vida de punta a punta, de comienzo a fin, pero no basto.

Aquí estoy solo, lo único que dejaste es este vacío inmenso que no lo llenara ni el mundo, te di todo lo que era y tenia, para algunos demasiado, para otros una existencia insignificante, para mi simplemente amor.

El viento se llevo la nube en la que cimenté el futuro, esos proyectos que solo eran inocentes sueños de maravillas cósmicas, de felicidad interminable, de tardes, noches, días enteros entres tus brazos.

Como lo veas, me quedo con todo o me quede sin nada, porque estas incluso en las tardes lúgubres de invierno, cuando espero infinitamente que llegues para abrigarme con un abrazo. Estas en la primavera porque eran las flores las mejores cómplices de mi cariño irrestricto.

¿Quién se siente propio en un mundo que no esta? Soy un alma divagando entre tu cintura y tu pelo, te miro a los ojos, aun soñando, y no lo puedo creer. Eras el universo, mucho más que eso, la vida completa.

Y el amor no muere con los días, no cabe en el olvidar, tampoco el odio, mas hoy para lo único que sirve es para apenar mi corazón, que ya es triste, cada día más. Esta quebrada la vida en dos.

Te regale hasta el primer instante al despertar, todos los días pensé en ti y fuiste razón de ser y seguir hasta que el tiempo, la distancia, o que se yo te gano, te rendiste, mas yo seguí amando hoy en silencio y sin ningún garante.

Te lo llevaste todo, ¿para que dejaras el vacío? No me pertenecen ni estas letras ya, todas son tuyas, al igual que el corazón herido que dejaste atrás como quien deja ir a un ave libre en vuelo.

Solo, si estoy solo, y si no fuera por la melancolía inmensa que siento, no tendría nada. Los recuerdos son solo parte de mi desazón hoy y tú eres un Ángel que decidió volver a la eternidad…

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